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Adviento 2019

Seguimos incorporando el calendario litúrgico como una oportunidad para involucrarnos en prácticas espirituales comunitarias. El adviento es una oportunidad para revivir una parte importante del evangelio: la esperanza y preparación para recibir a Jesús.  Dámaris y Émily han traído al ImPulso material para que cada familia prepare su calendario de adviento de manera creativa e incluya cada día una práctica que nos ayude a fijar nuestra mirada en la vida de Dios. Como suele ser habitual en los ImPulsos, compartimos ricas comidas y en este caso los niños también disfrutaron mucho de la dinámica. 

Encuentro interreligioso

  En Sevilla hace años que se llevan a cabo encuentros interreligiosos donde comunidades muy diversas se encuentran para tratar temas comunes relacionados con un mundo mejor. Hay un párroco católico que acude a menudo a estas reuniones representando la espiritualidad cristiana y que a la vez conoce de nuestra comunidad por ser amigo de Juan Antonio.  En noviembre, las diferentes confesiones religiosas organizaron un tiempo centrado en la realidad de la infancia y nuestro hermano párroco nos invitó a participar llevando alguna reflexión y dinámica. Como comunidad preparamos una reflexión basada en las palabras de Jesús, nuestro maestro, también canciones interpretadas por los niños y ofrecimos una dinámica donde todas las personas participantes pudieron arrodillarse al lado de los niños para contribuir a un bonito mándala de diversos colores.  En un mundo tan roto y dividido crear puentes de unión en todos aquellos temas que nos hacen ser más humanos y por tanto estar más cerca de Dios

Semillas

En estos meses atrás ha habido conversaciones acerca de la posibilidad de crear un espacio donde los más peques puedan escuchar sobre Jesús y compartir su fe. Jocabed junto a otras personas de esta comunidad y de otras comunidades cristianas ha estado moviendo el llevar este sentir a una experiencia práctica y así ha nacido un evento llamado "Semillas". Este evento es una muestra de cuanto deseamos los adultos compartir la vida de Dios con los más pequeños,   

Una comunidad vulnerable

Vivir desde una cultura de vulnerabilidad nos está permitiendo encontrar un lugar seguro para abrir nuestros corazones ante el Sanador. Los Grupos de Crecimiento son el primer gimnasio para aprender y hacer crecer la vulnerabilidad, la escucha profunda, el valor de no juzgar y desde ahí, los encuentros generales también se llenan de sinceridad, de apertura de corazón y del abrazo de Cristo a través de su cuerpo. La oración es nuestra manera de reconocer nuestras limitaciones y nuestra confianza en que quien tiene el control es el que nos ama como nadie, el que está trabajando en cada ser humano y el que se ha propuesto restaurarnos a la vez que nos hace colaborar en la restauración de un mundo roto.  

Los más peques en la comunidad

A veces hablamos de que no siempre tenemos muy en cuenta a los peques dentro de las dinámicas de los impulsos, creemos que debemos mejorar en esto. A la vez, nos damos cuenta de que cuando no tenemos un programa concreto, te das cuenta del valor que tiene el hogar como la célula más pequeña donde las enseñanzas de Jesús son consideradas en familia ante los desafíos de cada día y donde las prácticas que nos conectan con él son habituales. Cuando nos vemos, los niños se sienten libres de correr, jugar y encontrarse y percibimos que hacerlo alrededor de adultos que están orando y compartiendo acerca de la vida con Dios no les deja indiferentes. A veces se acercan y se sientan a escuchar el tiempo que les apetece, a veces interrumpen y nos recuerdan qué están ahí y que no los olvidemos, a veces incluso participan de alguna dinámica de manera espontánea. Parece que aun nos queda mucho que aprender de los niños de nuestra comunidad, mucho que deconstruir de nuestro adultocentrismo, pero sin

Retiro 2018

No todos los años lo logramos, pero cuando organizamos un fin de semana de retiro en la sierra siempre experimentamos una quietud que nos saca del ruido y nos permite tomar más consciencia del tremendo privilegio que tenemos de participar de una familia espiritual. En esta ocasión, volvemos a "Los Naranjos", un lugar en la sierra norte de Sevilla donde podemos disfrutar de la naturaleza y en esta ocasión también de una exquisita paella que nuestro hermano David preparó con la ayuda de cada persona.  Mientras preparábamos los ingredientes y los utensilios para cocinar disfrutamos de uno de los mejores tiempos para compartir de nuestras vidas, de lo que Dios está haciendo, y luego, claro está, celebramos esta vida con Dios sentados alrededor de una misma mesa. 

Contacto con la naturaleza

Cuando somos muchos, quedar en una casa puede ser incómodo, por ello a menudo buscamos parques y campos abiertos para quedar. A veces hablamos de lo privilegiados que somos al reunirnos en el edificio con el techo mas dinámico y sorprendente que existe. Los cambios climatológicos a menudo nos han llevado a cambios de planes de emergencia y también a percibir que la espiritualidad se entiende mejor cuando estamos en contacto y en armonía con la naturaleza. Estábamos en un parque al lado de la torre más alta de Sevilla, cuando empezó a soplar un fuerte viento y empezamos a ver relámpagos. Habíamos tenido un tiempo de compartir desde la vulnerabilidad, donde las luchas personales y los momentos difíciles habían sido expuestos.  De repente la fuerza de la naturaleza nos recordaba que Dios puede cambiar todo en un momento y ante las nuevas sensaciones en la reunión provocada por los sonidos, los destellos visuales y la sensación del viento sobre nuestros rostros la alabanza creció. También