Hace ya unas semanas que vengo cumpliendo el compromiso de reunirme con no más de cuatro personas para rendirnos cuentas de como va nuestras vidas. Nos sentamos por lo general en alguna cafetería y tomando algo nos preguntamos que tal va nuestras luchas con las tentaciones, nuestras responsabilidades familiares, laborales, con los amigos etc. También aprovechamos para comprometernos a leer la Biblia y orar por motivos específicos que tengamos unos y otros y acabamos compartiendo brevemente lo que Dios nos ha mostrado en nuestra lectura pasada. Durante la semana sabemos que podemos contar los unos con los otros, nos hemos hecho vulnerables y hemos comprobado que no nos escandalizamos cuando alguno de nosotros se ha caído. Por eso es usual llamarnos o escribirnos un e-mail para contarnos cualquier cosa. Sin duda que recorrer El Camino con otros a tu lado hace que todo sea más fácil. Si hay algo que tengo claro que Dios espera de sus seguidores es que cumplamos con la realidad de disc...