Este mes nuestro ImPulso fue en el parque del Alamillo, bajo la sombra de árboles y rodeados de fresca hierba. Allí Sylvia facilitó un tiempo de quietud donde incluyó el silencio, una visualización que nos empujó a usar nuestra parte derecha del cerebro para orar y una Lectio Divina basada en el texto de Lucas 10:25-37 Bajo la historia del Buen Samaritano compartimos acerca del valor de la empatía en medio de un mundo de desigualdades y sufrimiento, la mirada hacía el diferente, la compasión ante quienes están doloridos a nuestro alrededor, el mirar hacía otro lado ante quien necesita ayuda, una fe que no sirve de nada si no es activa... Por cierto, surgió la idea de unir esfuerzo para ayudar a una familia que ha tenido que huir de Ucrania con sus peques y empezar de cero en Reino Unido. Si alguien quiere colaborar con este proyecto, tan solo tiene que mandar un Bizum a Pilo, quien recogerá todas las aportaciones para enviárselas, puedes solicitar el teléfono si no lo tienes....