Nuestro hermano Kike nos llevó a pensar en la escena del jardín del Eden, donde el ser humano disfrutaba de una armonía con Dios, consigo mismo y con toda la creación. El entorno y el ambiente que nos rodeaba nos facilitaba reflexionar lo que para cada persona de los que nos reunimos significaría experimentar y disfrutar de este jardín de una manera más plena. Después reflexionamos alrededor de unas palabras de Jesús que a menudo en algunos círculos cristianos y a lo largo de la historia han sido entendidas desde un exclusivismo que solo ha dado lugar a arrogancia religiosa e imperialismo: "Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre sino por mí" Juan 14:6 ¿Cómo relacionamos estas palabras con el Jardín que hemos imaginado? Hablamos de como Jesús nos muestra el Camino para volvernos a armonizar. Pero para no caer en el exclusivismo que a menudo nos asalta a los seres humanos, señalamos que estas palabras de Jesús no están ni en el evangelio ...