Algunos están dando pasos prudentes y calculando el precio aun y otros se han lanzado a vivir como agentes de restauración y están revolucionando los lugares por donde pasan (consiguen dinero para inmigrantes con problemas económicos, llevan a casa a personas con necesidades económicas, se involucran en voluntariados y hablan de Jesús con lágrimas en sus ojos). Los chicos del parkour que viven en Valdezorras se han comprometido a levantarse temprano en la mañana para leer la Biblia y orar... gracias a Dios por los nuevos compromisos a los que nos sentimos guiados.
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