El 22 de junio dos familias de la comunidad se vieron con un grupo de jóvenes cristianos que expresaban en estos días su necesidad de Jesús a la vez que sus descontentos con la religión organizada. "Alrededor de una cena hablamos de nuestras vidas, les invitamos a leer Hechos de los apóstoles y entramos en un tiempo de oración donde muchos abrieron sus corazones expresando su necesidad de volver a Jesús entre lágrimas. Nos fuimos con gozo de ver el mover del Espíritu y con preocupación acerca de cómo será el futuro de esta generación que se encuentra tan perdida e incomprendida en ciertos contextos religiosos. En Julio volveremos a encontrarnos con ellos para seguir evaluando la situación y buscando la guía del Santo Espíritu."