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No evitar la incomodidad

Uno de los grandes aprendizajes de vivir en una comunidad horizontal es que cualquier persona puede traer aquello en lo que se encuentra, independientemente de que lo que traiga pueda ser algo complicado de abordar.  Nuestro centro es Jesús, y él nos invita a un camino de madurez donde nos responsabilizamos de nuestras propias expectativas, nuestras propias emociones y opiniones. Encontrarle en la otra persona que es diferente, que no piensa exactamente igual es una de las grandes aventuras de vivir en una comunidad de amor.  El conflicto y la incomodidad no se puede evitar si queremos crecer, es inevitable si queremos aprender a escuchar al prójimo y a un@ mism@, si queremos que el Espíritu Santo trabaje en lo profundo de nuestros corazones para liberarnos de nuestra tendencia a controlar e imponer y tratar de juzgar como si fuéramos Dios. Con la actitud correcta podemos adentrarnos en momentos de "incomodidad productiva" que puedfen sacarnos de nuestra zona de confort.  Los