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Jardín de la Amistad

 

Nuestro hermano Kike nos llevó a pensar en la escena del jardín del Eden, donde el ser humano disfrutaba de una armonía con Dios, consigo mismo y con toda la creación. El entorno y el ambiente que nos rodeaba nos facilitaba reflexionar lo que para cada persona de los que nos reunimos significaría experimentar y disfrutar de este jardín de una manera más plena. 

Después reflexionamos alrededor de unas palabras de Jesús que a menudo en algunos círculos cristianos y a lo largo de la historia han sido entendidas desde un exclusivismo que solo ha dado lugar a arrogancia religiosa e imperialismo:

"Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre sino por mí" Juan 14:6

¿Cómo relacionamos estas palabras con el Jardín que hemos imaginado?

Hablamos de como Jesús nos muestra el Camino para volvernos a armonizar. Pero para no caer en el exclusivismo que a menudo nos asalta a los seres humanos, señalamos que estas palabras de Jesús no están ni en el evangelio de Mateo, ni en el de Marcos, ni en el de Lucas. Se encuentran en el evangelio de Juan, quien parece que tiene la intención de llevarnos principalmente a pensar no en la dimensión humana de Jesús, sino en su realidad divina universal. Quizás por ello él evangelio de Juan no narró su nacimiento como los otros tres, sino que comenzó con unas palabras que nos llevan a pensar en los orígenes:

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.  Este era en el principio con Dios.  Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.  En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.  La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella." (Juan 1:1-5)

"Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad." (1:14)

Quién es el camino, la verdad y la vida, no es ningún líder de ninguna religión, es el mismo Dios que es Amor, por el que el mundo es sostenido y quien se ha revelado y revela desde los siglos en toda cultura, pueblo y nación. Es el mismo que se reveló y guió a Abraham y Sara, aunque ellos no podían hablar de su sacrificio y resurrección. 

En esta exaltación de Cristo, nos encontramos hablando de como la Encarnación de Dios nos ayuda a sumergirnos en los principios universales a través de los cuales encontramos el paraíso perdido: el dar valor a quienes este mundo no valora, la escucha, el perdón, la mano tendida, la belleza, la aventura... resumiendo lo más que pudimos, nuestra hermana Mara dijo "me encanta cuando la Biblia dice que Dios es amor" (1ª Juan 4:8) 

Y en un sentido, el tiempo juntos fue un trocito de este paraíso, donde quien es el Amor se hizo presente entre compartir comida, escucharnos, jugar... y animarnos a seguir en esta consciencia de conexión con Dios, con los demás y con la naturaleza. 

Parece que a la divinidad le gusta mucho encarnarse, y aun, en un sentido, lo quiere seguir haciendo hoy. Nuestra hermana Sylvia señaló entonces el papel tan importante del Espíritu Santo, quien nos trae la vida de Jesús ayer y hoy de manera tangible donde menos nos imaginamos y aun quiere hacerlo en nosotros y a través de nosotros. 







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