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Los Diez Mandamientos y Una Práctica Ancestral

 

El domingo 26 de marzo nos vimos en Bellavista para nuestro segundo ImPulso del mes. En esta ocasión en la mañana nos adentramos en un tiempo de oración creativa inspirada en la práctica de la espiritualidad oriental denominada Tonglen. Esta práctica, también conocida como “tomar y enviar”, invierte nuestra lógica habitual de evitar el sufrimiento y buscar el placer. En la práctica de tonglen, visualizamos absorber el dolor de los demás con cada inhalación y enviar cualquier cosa que los beneficie con la exhalación. En el proceso, nos liberamos de antiguos patrones de egoísmo. Empezamos a sentir amor por nosotros mismos y por los demás; empezamos a cuidar de nosotros mismos y de los demás. . . . Inhala por todos nosotros y exhala por todos nosotros. Puedes saber más sobre este ejercicio a través del Centro para la Acción y la Meditación, pinchando aquí

Después comimos en unidad, antes de una segunda parte de reflexión conjunta, y en medio de nuestras charlas amistosas, las personitas mas peques de la comunidad nos sorprendieron lanzándose con ropa a la piscina a la vez 😂 Que bien que hacía suficiente Sol para que se secaran pronto. 

En nuestra segunda parte más formal, David facilitó el que reflexionáramos sobre los 10 mandamientos. Los leimos en las Escrituras y también usamos un discurso del actor Roberto Benigni sobre el decálogo. Esta es una porción de este discurso:

Fue interesante que en la primera lectura del decálogo desde la Biblia, algunas personas percibimos cierto rechazo ante el lenguaje usado en nuestras traducciones, sin embargo, conforme fuimos adentrándonos en cada uno de ellos (lo hicimos con la mitad de los mandamientos), y nos atrevimos a atravesar el contexto histórico y cultural, fuimos encontrando principios universales tremendamente relevantes en nuestros días. Entre ellos, por ejemplo, el amar a Dios sobre todas las cosas; el exclusivismo del lenguaje usado en nuestras traducciones lo fuimos entendiendo mejor cuando nos adentrábamos en la realidad de que Dios es Amor y Vida y comentábamos lo que nos perjudicamos y pejudicamos a otras personas cuando nos desalineamos del Amor y de la Vida. Hablamos también de honrar a nuestros padres (hablamos de nuestra cultura tan alejada de acompañar dignamente a nuestros mayores más vulnerables) o de la necesidad de respetar el descanso en un mundo capitalista y consumista donde nuestro valor se hace depender de nuestra capacidad de producir. 

Acabamos tomando la Eucaristía y reconociendo una vez más que todo es más claro y concreto cuando lo entendemos a través de la vida de nuestro maestro Jesús, él es Dios con nosotros y buscamos que sea el centro de nuestra espiritualidad.  

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