El 13 de septiembre nos reunimos para comer en el parque del Alamillo. No esperábamos que aun las temperaturas fueran tan altas, no obstante la conexión que experimentamos en Jesús fue como un viento fresco para nuestras almas sedientas.
Nuestra hermana Chispi nos invitó a hacer tres dibujos sin pensar demasiado en ellos. El primero en silencio, el segundo acompañados por música Taizé que nos invitaba a la adoración y confianza el tercero tras leer una pequeña porción de los capítulos de Génesis en los que nos hemos adentrado en septiembre.
El pasaje que leimos y que escogió nuestra hermana Sylvia fue el siguiente:
"Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado." Génesis 35:2-3
Tras el ejercicio, todas las personas tuvimos la oportunidad de compartir acerca de lo que habíamos dibujado y al hacerlo, fuimos más conscientes de como la expresión artística en danza con el silencio, la música sacra y las Escrituras habían colaborado con el Espíritu Santo para abrir ventanas y llevarnos a lugares en nuestro interior que quizás no hubiéramos sido capaces de llegar tan solo desde nuestra mente analítica y racional.
Hablamos de donde nos encontramos cada persona en este momento, de como estamos y de como vemos que la Deidad se hace presente en nuestras vidas, también acerca de cuáles son los ídolos de los que debemos deshacernos, a esos a los que dedicamos nuestro tiempo y esfuerzo en busca de paz y amor.
Rubén recordó la oración de Santa Teresa de Avila, que en estos días está teniendo muy presente:
"Que nada me turbe, que nada me espante, quien a Dios tiene, nada le falta, solo Dios basta"
Nuestro hermano Antonio nos invitó a cantar y las personas más jóvenes de la comunidad se unieron para llevarnos a expresar como el amor de Jesús no deja de buscarnos y alcanzarnos:
En este ambiente de alabanza y vulnerabilidad, donde no faltaron lágrimas de gratitud y de expresar nuestro cansancio, agradecimos a Dios por ayudarnos como comunidad en un camino de sencillez, de vulnerabilidad y de no juicio, donde encontrarnos con Jesús y su abrazo y experimentar el ser impulsados por su Espíritu Santo.
En la libertad del momento, y facilitados por la propuesta de nuestra hermana Chispi, una persona propuso cantar, otras oraron, otras leyeron trozos de las Escrituras, otras contaron un testimonio de la obra del Espíritu en sus vidas, otras ofrecieron dinero a las personas más jóvenes para comprar helados.... y todas fuimos edificadas en la unión y el amor de Dios.
También tuvimos muy presentes a quienes no pudísteis venir, oramos también por vuestras vidas.
Acabamos poniendo el pan y el vino en el centro y esta vez, no hubo pasaje, no hubo oración, hubo silencio, las jóvenes Lucia y Keyla repartieron el pan y sirvieron el vino, y con esta comida que nos recordaba que Jesús es nuestro alimento, concluimos aquellas calurosas horas de encuentro sagrado.
Quedamos a la espera de que nuestra hermana Pilo nos facilite lo que queda del mes de septiembre. Mientras tanto, podemos seguir uniéndonos en nuestras prácticas transversales y a través del Whatsapp.
Comentamos que nuestro hermano Victor García nos habló que el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, el grupo Diocesano Ecología Integral - Justicia y Paz, organiza el V PASEO ECUMÉNICO 2025 y estaría bien participar y manifestar nuestra comunión con las expresiones cristianas.
Jocabed y Antonio nos proponen la posibilidad de además de este encuentro, encontrarnos en Octubre en Fuenteheridos para ser intencionales en preparar el nuevo curso y las nuevas facilitaciones.
Aquí algunas fotos y videos del bonito tiempo que vivimos en este ImPulso. ¡A Dios sea la Gloria!
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